Los colibríes llegan y se posan en ramas para acompañar a mama killa y al yako, para ser vistos y para traer el conocimiento en los sueños. Para ser partícipes de todas las historias que aparecen en el Tuta Suyu algunos alzarán la mirada, dentro de montañas de guadua nativa abiertas al cielo, para encontrarse con Mama Killa en las estrellas para sentir su presencia vigilante. Mientras que otros bajarán la mirada hacia su territorio, en un gran anillo que se revuelve en torno a la tierra, para ver a la Killa en su baile con el Yako. Todos estos espíritus envolverán a los que sueñan solos, sobre las trayectorias de sus propias vidas, y a los que se reúnen a soñar en comunidad, para soñar sobre el futuro de la gran familia y ser los portadores y mensajeros de la historia del pueblo inga y el nacimiento del conocimiento y la palabra compartida.