Tras entrevistas y conversaciones con migrantes en sus habitaciones de pagadiario, llegué a entender sobre sus vidas como personas migrantes en el barrio de Las Cruces. Una de las cosas que me llamó más la atención dentro de estas conversaciones y testimonios, fueron su resiliencia. Cómo personas desplazadas, cuentan con una grandiosa resiliencia. Ellos no se ven como invasores, se ven como personas que vienen en busca de un futuro mejor, una calidad de vida mejor.